POR QUÉ NO USAR CORREPASILLOS

POR QUÉ NO USAR CORREPASILLOS

Ponemos la mano en el fuego que habrás escuchado mil veces de algún familiar o amigo la típica frase de “¡cómprale un correpasillos y verás que rápido te empieza a caminar!”

 

Esta frase a much@s nos duelen los oídos solo de escucharla. ¿Por qué querría yo que mi hij@ empezara a caminar antes de lo debido? Más tarde o más temprano todos los niños y niñas empiezan a caminar, es un proceso madurativo que necesitan hacer por ellos mismos e ir superando las fases con su aprendizaje. 

 

Marta Sidro, nuestra Fisio y osteópata pediátrica de confianza nos explica muy bien el por qué no deberíamos dejar que nuestr@ peque usara correpasillos. 

 

Con los correpasillos hay más riesgo de caídas, traumatismos y más riesgo de caminar de puntillas. Como se apoyan en el para caminar, llevan su centro de gravedad muy hacia adelante y puede ser que se quede registrado ese patrón, y cuando caminen y corran lo hagan muy acelerados. 

 

Tenemos que saber que están caminando, por lo tanto se están desplazando pero sin estar maduros todavía, porque si lo estuvieran no necesitarían ninguna herramienta. El problema es que el correpasillos les llama la atención y eso hace que quieran pasar rápidamente a la posición de bipedestación y que gateen menos tiempo. 

 

¡Se abre paréntesis!

(Sabemos que todos los beneficios que nos aporta el gateo no los aporta, ni de lejos, la marcha bípeda) 

 

Resumiendo: 

No compréis correpasillos y que tampoco os lo regalen. No tengáis prisa para que vuestr@s peques caminen. Cuando se sientan maduros físicamente e intelectualmente, conseguirán la posición bípeda y caminarán y correrán.. ¡y no van a parar!

 

 

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