¿Por qué no debemos poner a nuestros peques este tipo de calzado con la suela gruesa?
Con este calzado, el pie de nuestr@s peques está muy lejos del suelo, entonces, pierden totalmente la sensibilidad y la propiocepción. Pierden el control en las estructuras del pie y del tobillo, se pueden hacer esguinces con más facilidad y el paso no lo están haciendo armónico, están pisando de golpe y levantando: Va el pie en bloque. Para hacernos una idea, es como si los adultos fuéramos todos los días con este tipo de calzado:
¿Cómo deben ser las suelas?
Deben ser lo más finas y flexibles posible. En los primeros pasos deberían ser de unos 4 o 5 mm de grosor y cuando los peques ya son más grandes, a lo largo de todo su desarrollo no deberían superar los 8 mm o como máximo 1 cm de grosor.
También es cierto que no solo debemos mirar el zapato por fuera ya que el embellecedor te puede hacer dudar. Para verificar si es embellecedor o suela debemos poner los dedos dentro del zapato y saber un poquito a ojo cuáles serían esos 8mm o 1 cm límite para nuestr@s peques.
Y por supuesto no hace falta decir que para los adultos, cuanto más respetuoso sea el zapato… ¡MUCHISIMO MEJOR!
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