Tu peque de 2-3 años caminaba y corría perfectamente pero de repente un día ha empezado a cojear. Quizá lo primero que piensas es que se ha dado un golpe, pero es importante que sepas que esa opción es la menos frecuente. Es muy importante saber si el peque se ha dado un golpe los días anteriores, pero es mucho más importante saber esto:
- ¿Ha cambiado de calzado hace poco? Puede que le esté rozando y le esté haciendo daño
- ¿Ha sufrido alguna infección recientemente? De oídos, de garganta, ha tenido fiebre…
- ¿Tiene alguna alergia?
- ¿Hay antecedentes familiares con problemas en las caderas?
Como podéis ver, esa cojera infantil de un día para otro sin motivo alguno no es ninguna broma, así que consulta rápidamente con tu pediatra y fisio/osteópata infantil para un diagnóstico.
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