Cuando un peque está empezando a caminar, ya sea cuando va descalzo como con calzado, tenemos que ponerle la situación lo más sencilla posible ya que está aprendiendo. Entonces, cuando vamos por la calle, lo más sencillo seria ir por asfalto y cuando estamos en casa en suelo firme. Otra cosa muy diferente es cuando ya ha adquirido mucho control, mucha estabilidad y mucha habilidad en la marcha. Seguir caminando únicamente por asfalto o por un suelo estable, completamente regular, sería un gran error. Ya que nos estaríamos perdiendo todas las ventajas que nos da un suelo, un terreno algo irregular. Como puede ser caminar por arena, por césped, por tierra, por monte o en casa sobre alguna colchoneta un poquito blandita. 

Cuando caminamos por un terreno irregular, estamos trabajando mucho más la fuerza. Sus músculos y sus articulaciones, tobillos y rodillas están trabajando muchísimo, como hemos dicho, cogiendo mucha fuerza y mucha estabilidad. Y aunque al principio se pueda caer, en un futuro no muy lejano le ayudará a caminar de una manera muy estable, con mucha seguridad y a prevenir esguinces o torceduras de tobillo. Recuerda que estos beneficios que hemos comentado son exactamente los mismos para los adultos.